El 13 de julio se realizaron las postergadas elecciones de congresales en la filial Río Gallegos, que consagró por tercer año consecutivo el triunfo del frente opositor. El resultado fu
e 273 a 259 sobre la lista apoyada por la conducción provincial de la Lila.
Votaron treinta compañeros menos que el año anterior, oportunidad en que las diferencias habían sido tan estrechas como ahora.
En lo esencial, el triunfo de la Rosa-Azul-Granate refleja la emergencia de una nueva camada de activistas que se ha consolidado en la gran huelga de Adosac y que ratifica su compromiso con la lucha.
Muy distinta ha sido la campaña de la Lista Lila, que atacaba (especialmente a la Lista Rosa) porque "vuelve el (paro) indeterminado", en una forma de traición póstuma a la gran huelga docente de Santa Cruz y a la memoria histórica de las futuras generaciones. El "indeterminado" fue votado por unanimidad en asambleas y congresos, y defendido con impresionantes movilizaciones, acampes y bloqueos de una histórica lucha.
En lo inmediato se vienen las elecciones de congresales en Caleta Olivia y la Junta de Disciplina, en octubre se eligen la Comisión Provincial y las filiales de Gallegos y Caleta, y luego vendrán las Juntas de Clasificación.
El gran desafío planteado es que las agrupaciones opositoras logremos acordar una intervención común en estos procesos electorales, mientras nos reorganizamos para enfrentar nuevas agresiones del gobierno y nuevos desafíos.
La conducción de Adosac está atravesando una crisis, por el agotamiento de sus orientaciones.
Miguel Del Plá
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